Viaje en barquita por la bahía de Santander

Lánzate a la aventura con Monkey Boat y aprende con nosotros a ver la ciudad de una forma diferente, descubriendo los secretos que encierra la bahía de Santander en forma de leyendas, misterios y anécdotas reales.

Tú puedes elegir el rumbo de tu propia experiencia a bordo de nuestras barcas a motor en Santander, con espacio suficiente para tus amigos y familiares, cruzando la bahía y visitando sitios tan especiales como Somo o Pedreña, pero también la misteriosa isla de la Pedrosa o la playa del Puntal. Y tampoco necesitas unos conocimientos náuticos importantes, ya que nosotros te podemos enseñar lo más necesario para que puedas pilotar tu barquita tranquilamente. Ahora puedes conocer una visión diferente de la ciudad desde el mar y sorprenderte con las aventuras reales de los pescadores y marinos de esta región, pero también de las ballenas y focas y otros animales curiosos que han pasado por aquí y siguen pasando. No te lo pienses y reserva con nosotros tu viaje en barquita por la bahía de Santander, en familia o con amigos. O para ese homenaje para ti solo que estás necesitando: te esperamos en la bahía de Santander. Somos Monkey Boat.

La ruta que nosotros recomendamos para nuestros viajes en barco a motor por la bahía de Santander comprende las siguientes paradas o sitios que visitar.

Alquiler de barcos a motor por la bahía de Santander

En primer lugar, salimos del barrio pesquero y observamos el curioso paisaje industrial y naval que nos rodea cuando abandonamos estas instalaciones portuarias. La verdad la verdad es que es impresionante ver los barcos mercantes desde abajo y comprobar su enormidad desde el agua. Una mirada a un entorno que nos puede recordar a los libros de Tintín cuando se desenvolvía en estos ambientes del puerto junto al capitán Haddock.

De seguido, recorremos el paseo marítimo desde el agua, observando el skyline de Santander de una manera completamente original, incluso para los que vivimos aquí. Es muy divertido intentar reconocer los sitios desde el mar, para los que somos de Santander, y para los que venís de otros sitios es curioso comprobar dónde está cada cosa. En especial, esos sitios marcados por la historia de la ciudad y de todo el país, como puede ser la estación del Ferry, donde explotó el Cabo Machichaco hace tantos años. Y nosotros vamos a poder estar en la perspectiva de ese barco con tan mala suerte y los otros buques que vinieron a ayudarle cuando estaba ardiendo y estalló, con una violencia tremenda que causó cientos de víctimas.

La Catedral de Santander era un castillo para protegerse de los piratas

Más adelante se encuentra la Plaza de Atarazanas, bordeada por el Banco de España y el antiguo edificio de Correos, como límites de un puerto que ya no existe, puesto que ese terreno se ganó al mar en lo que hoy son los modernos muelles donde se encuentra el centro Botín. Una zona de tanta importancia estratégica que ni más ni menos que dos castillos vigilan esta entrada del puerto de Santander, ya que lo que hoy es el Banco de España era el Castillo de San Felipe. Y la medieval Catedral de Santander era en un principio un castillo, para la defensa de la ciudad, y de hecho sigue siendo catalogada como una fortaleza.

En esta zona se produjo una terrible incursión de piratas bárbaros del norte de Europa, al final del Imperio Romano, cuando una flota de hérulos desembarcó por sorpresa en uno de los mayores ataques piratas contra Santander. Estos invitados indeseados causaron una gran destrucción y se llevaron un enorme botín humano, pues la costumbre de entonces era llevarse a los cautivos como esclavos. Pero ya antes de este capítulo triste fue Santander un sitio de mucha importancia para los romanos, por ejemplo, que construyeron en la zona de la catedral unas espaciosas termas donde se pudieran bañar tranquilos.

Excavaciones arqueológicas en la Catedral de Santander

Las actuales excavaciones arqueológicas en la Catedral de Santander han descubierto un cementerio bastante antiguo donde incluso hay enterrados los restos de una ballena, ya que nos encontramos en lo que fue un puerto ballenero de primer orden. Y es que la fama de los vascos de ser grandes cazadores de ballenas ha eclipsado un poco esta antigua tradición de otros puertos del norte de España, como eran los de Cantabria, donde la caza de la ballena fue una de las actividades principales para la supervivencia.

Más adelante, el Centro Botín es el último grito arquitectónico del momento, edificado por el genial Renzo Piano y dedicado al arte y el entretenimiento. Desde la terraza del se pueden ver unas impresionantes panorámicas de la Bahía de Santander y hay cosas muy curiosas, como un ascensor que habla, así como las constantes colecciones artísticas que nos vienen a visitar. La historia de Santander, en los últimos tiempos, está muy ligada al banco que lleva su nombre, que ha contribuido a dar más fama a nuestra ciudad por todo el mundo. Y su sede social se encuentra en el impresionante edificio del Paseo Pereda, no lejos del Centro Botín, en lo que es uno de los paseos marítimos más bonitos de España.

Un paseo Marítimo de Santander que apenas se ha visto modificado por las desgracias que han afectado más al centro, como la explosión del Machichaco o el incendio del 41, por lo que podremos ver aquí una gran colección de edificios de toda la vida con arquitectura muy típica montañesa. También una imponente grúa de piedra del siglo XIX que se conserva muy bien y que es símbolo del poderío industrial de este puerto en sus mejores tiempos. Un ingenio inglés capaz de desembarcar, incluso, elefantes para los zoológicos.

El Santander victoriano de los siglos XIX y XX

Y al final de este paseo, junto al Club Marítimo, que se encuentra metido literalmente en el mar, tenemos las estatuas de los raqueros de Santander. Un recuerdo de esos jóvenes pandilleros de la ciudad que revoloteaban, hace cien años más o menos, por el entorno de los pescadores de entonces, siendo Santander una ciudad completamente volcada desde siempre a la pesca y el mar.

¿Quiénes eran realmente los raqueros?

Para el mito popular, eran unos simpáticos jóvenes y niños que se paseaban desnudos por los muelles de Santander en espera de que algún turista tirase una moneda al mar y tirarse a recogerla.

Un cuento muy edulcorado que podría encubrir una realidad más difícil de asimilar y menos alegre, pero que nos recuerda a muchos problemas que todavía los jóvenes de hoy en día padecen: falta de atención por parte de sus familias, dejadez cómplice de las autoridades, bandas juveniles que les enrolan en una vida de delincuencia y descontrol, etc.

Si seguimos adelante, pasaremos por el puerto deportivo de Castelar y luego el Palacio de Festivales, donde se pueden ver los musicales y obras de teatro, para pasar más adelante al antiguo dique de Gamazo. Unas instalaciones portuarias muy modernas para la época donde se han construido barcos bastante grandes, como el Ángela, que terminó en un desgraciado naufragio en las costas de Argelia en el que apenas hubo sobrevivientes. También se han reparado aquí submarinos de la Segunda Guerra Mundial.

La siguiente panorámica nos descubre la paradisiaca playa de Los Peligros, con el Hotel Real coronando el promontorio por encima y la playa del Puntal al otro lado. Una avenida de Reina Victoria que es de las más caras de España y que destaca por el valor artístico de su arquitectura montañesa de toda la vida, con casas muy espaciosas que son un reflejo del poder y riqueza de los indianos de la época dorada de Santander. Una época que aquí se puede palpar perfectamente, aunque hace más de cien años de eso, con el Hotel Real y el Palacio de la Magdalena como mayores exponentes de esta época de esplendor santanderino.

La corte española y muchas otras cabezas coronadas, aristócratas y millonarios, como los montañeses Marqués de Valdecilla y Marqués de Comillas, frecuentaron la compañía del Rey y su familia en esos veranos idílicos junto al mar Cantábrico. De esta época son los famosos baños de ola, en los que la gente pudiente, que no sabían a veces nadar, ponían muchísimas precauciones en no ahogarse. también se celebraban competiciones de carreras de caballos y otros eventos deportivos en esta península de la Magdalena. El Palacio Real de La Magdalena es un edificio de estilo británico victoriano, de esta época en la que el Imperio que dirigían desde Londres gobernaba el mundo, reflejando su poder también sobre otros estados como el nuestro. De hecho, la reina consorte de Alfonso XIII era inglesa y el estilo de las islas británicas está por todas partes en esta zona de Santander y en otras.

Hay varios faros que merece la pena visitar en Santander

Hay varios faros que merece la pena visitar en Santander y uno de ellos es el de la Isla de Mouro, aunque esto supone salir a mar abierto y dejar la bahía atrás un poco, pero hay otro faro muy bonito que está en la Península de la Magdalena. Y también por esta zona encontraremos la Isla de la Horadada, otro pequeño islote rocoso en el que había un característico puentecillo de piedra. Más tarde, continuaríamos hacia la playa del Puntal, donde los navegantes suelen congregarse para tomar algo y escuchar música en un rollo muy ibicenco.

Frente a Santander encuentran los pueblos de Gajano, Pedreña, Somo y Loredo. Los tres primeros se encuentran muy accesibles para llegar a ellos con la barquita y la playa de Somo, que comunica directamente con la del Puntal, es muy curiosa de ver tarde y disfrutar. Con una escuela de surf en la que puedes aprender y alquilar lo que necesites para tu deporte favorito. También es un arenal muy agradable para pasear y tomar algo. Una parada obligada en nuestra excursión en barco de alquiler por la bahía de Santander.

No hay muchas opciones legales y seguras para alquilar barquitas a motor en la Bahía de Santander, por lo que os recomendamos con toda la lógica del mundo que sólo confiéis en empresas que ofrezcan servicios serios y según la normativa vigente. Antes de alquilar una barquita a motor, es importante verificar los requisitos que se nos piden, así como asegurarse de que la empresa de alquiler tenga una política clara sobre los procedimientos de seguridad y emergencias. Además, siempre es importante seguir todas las normas y regulaciones de navegación y seguridad marítima.

La Bahía de Santander es una hermosa área costera en el norte de España. Aquí hay algunos lugares que podrías considerar visitar:

• Palacio de la Magdalena: construido en el siglo XX, este palacio es un importante símbolo de la ciudad de Santander. Se encuentra en una península con vistas a la bahía y cuenta con jardines y un pequeño zoológico.
• Isla de Mouro: ya nos salimos de la Bahía, pero en buen tiempo puede ser una buena opción si nos vemos capaces de gobernar bien la barquita en mar más abierto.
• Isla de la Pedrosa: un islote maldito, lleno de misterios que van desde sanatorios abandonados para enfermos contagiosos de otras épocas al Desastre del Machichaco o la presunta visión de fantasmas y hasta OVNIs.
• Puerto Chico: este pequeño puerto se encuentra en el centro de Santander y es un lugar popular para pasear y disfrutar de la vista de los barcos. Hay varios bares y restaurantes cercanos.
• Parque de la Naturaleza de Cabárceno: si estás dispuesto a conducir un poco, este parque de la naturaleza es una visita obligada. Se encuentra a unos 20 kilómetros de Santander y cuenta con animales salvajes en un entorno natural. Si desembarcamos en Astillero o Pontejos nos encontraremos ya muy cerca del Parque.

• Jardines de Piquío: estos jardines ofrecen vistas panorámicas de la bahía y son un lugar popular para pasear y relajarse. También hay varios restaurantes y bares cercanos.
• Playa del Sardinero: esta popular playa es una de las más famosas de la zona y cuenta con arena fina y aguas cristalinas. También hay varios bares y restaurantes a lo largo de la playa.
• Cabo Mayor: este cabo ofrece impresionantes vistas de la bahía y el océano Atlántico. Hay un faro en la cima y un sendero que lleva hasta él.
• Iglesia de la Virgen del Mar: situada en una colina con vistas a la bahía, esta iglesia es un lugar de peregrinación y ofrece vistas impresionantes.

Éstos son solo algunos de los lugares que puedes visitar en la Bahía de Santander. Hay mucho más por descubrir en esta hermosa zona de España. Contacta con Salvador en el 662 43 58 42.